17 noviembre 2008

El guerrero

-He de confesarle, señor, que ha sido un auténtico placer batallar a su lado y siempre le echaré en falta los días de invierno al ver el alma de nuestros enemigos evaporarse entre la niebla
-Gascón ¿pero qué dices? Abandona tu palabrería y acerca tu sed, es el momento de ir a la taberna a celebrar la victoria.
-Me temo, señor, que esta vez no será así, hoy es un día aciago y no tengo motivos para celebrar la victoria.
-La sed te he podrido los sesos mi buen amigo, mira el campo, hemos vencido, la victoria es nuestra…
-Es cierto, los enemigos, al menos los que estaban vivos han huido y el cuerpo del resto alimenta los buitres, nuestro ejército prepara la celebración y enorgullece la memoria de los ancestros, pero el rastro de sangre que abandona su cuerpo me dice que esta ha sido nuestra última batalla juntos.
-Gascón, no exageres, heridas peores hemos sufrido-
-No, mi señor, hemos sufrido grandes heridas, algunas de ellas graves, recuerde cuando le atropelló aquel búfalo, pero ésta es la última, mire dónde acaba el rastro de sangre, ya casi no le queda vida.
-Entiendo.
-Durante años dudé de su valor, creí que simplemente no tenía miedo, no se enfrentaba al destino, sólo a sus enemigos pensé que nunca llegó a dudar de su propia victoria, hoy me he dado cuenta de que siempre ha sido consciente del desenlace que tarde o temprano llegaría.
-Anda, compañero, líame algo de tabaco, que parece que eso no va a ser lo que me mate.
-Por supuesto, aquí tiene el cigarro que yo mismo he liado cuando un presentimiento me despertó esta noche.
-Lo hemos pasado bien ¿recuerdas a las normandas que conocimos en aquella taberna hará no menos de diez años?
-¿Cómo olvidarlas? Sobre todo a Frida que ahora me espera en casa con la cena hecha.
-Jajajajja, tough, tough, tough (fuerte tos y esputos de sangre), bribonzuelo, siempre dijiste que odiabas a las rubias.
-Nunca supe mentir.
-Lo sé, amigo mío, lo sé, así te ganaste mi confianza y con el tiempo la tranquilidad saber siempre estar bien acompañado.
-Gracias, el placer ha sido mutuo y un orgullo estar con alguien que hizo grande mi valor cuando dudaba de él. Ahora soy yo el que me quedo.
-Marcho pues, sin más demora.
Su cuerpo quedó tendido, hundiéndose en la nieve mientras Gascón caminaba con paso débil, pero uniforme.

-Le echaré de menos, tal vez me arrepienta de haber matado al viejo, la daga valía un dineral

12 noviembre 2008

Oferta por FÚTBOL

Ayer no se me ocurrió mejor idea que quedar con mi novia y sus frikie-médicos-amigas en Madrid, ¿dónde? pues en Cuzco que por la castellana se suele aparcar bastante bien.

Aunque cuanbo iba de camino me pareció un tanto mosqueante la gran cantidad de tráfico pero pensé que era normal: día laborable a las 20.00h pero luego empecé a ver a la gente con bufandas un poco raras "azules y blancas con escuditos extraños" hasta que vi a un descerebrado saltando como un loco enseñando la bufanda y dije "coño que hay fútbol, o mejor dicho soccer" y automáticamente ya no había forma de aparcar en la castellana. Todo lleno de descerebrados con bufanda como locos por ver a un montón de gente corriendo en gallumbos por un prado.

Al final, evidentemente tuve que optar por un parking, al llegar a él estaba un trabajador donde se cogen los tickets para decirme si vienes al fútbol 9€ y puedes tener el coche hasta las 0.00h. Le dije que no iba al fútbol y que posiblemente tuviese el coche hasta más tarde así que no acepté la propuesta.

Yo la verdad es que siempre he considerado "tonto" al aficcionado del fútbol. Alguien que sigue un deporte donde las reglas son "no darle con la mano" y no "pegar al contrario" me parece tan simple como el propio deporte, sí, hay una regla complicada el "fuera de juego" pero ni DIOS la pita bien.

Además hablando de fútbol me hace mucha gracia que no sean capaces de utilizar un cronómetro para controlar el tiempo y que sea a ojímetro del árbitro. Es algo que me parece espectacular ¡CÓMO SE PUEDEN SER TAN INÚTILES!. Entiendo como que sería difícil hacer entender al espectador medio que hay un aparato capaz de medir el tiempo así que se hace imposible de aplicar.

Pero aún así FLIPO, supongo que será por el hecho de que mi aficción al baloncesto demuestra claramente una inteligencia superior.

Sobre el tema del tiempo en el baloncestos los árbitros llevan un aparatito inhalámbrico que detiene el tiempo justo cuando el árbitro pita de forma que no se pierdan apenas ni unas centésimas.

Hablando de tecnología, en tenis tienen un aparatito que es capaz de reproducir con milímetros el bote de la pelota para que el árbitro pueda apreciar si es "out".

En fútbol no, en fútbol se hace a ojo no vaya a ser que a algún espectador le dé un infarto cerebral por intentar pensar.

CLARO NO SE PUEDE CARGAR LA DAÑADA INTELIGENCIA DE SUS AFICCIONADOS, si se les hiciese pensar dejarían de ser aficcionados. Al fin y al cabo a la mayoría lo único que les vale es que gane su equipo, que su jugador escupa a la cara a algún rivla y de paso que se encare con el árbitro. SÓLO DE ESA FORMA SU HOMBRÍA LLEGA A LO MÁS ALTO.

Bueno, que me pierdo, volviendo a lo de ayer y la oferta de 9€ y hasta las 0.00h si vas al fútbol. Nos fuimos a cenar y casualmente volvimos a las 23.55h, meto el ticket en la maquinita de cobrar (curioso que no lo haga alguien a ojo como en el fútbol) esperando una cifra superior a los 9€ de la oferta del fútbol y me encuentro con que aparece 7.5€ como tarifa a pagar. CLARO, CASI ME MUERO DE LA RISA.

La superoferta del fútbol sirve para tangar a los aficcionados, supongo que aprovechándose de su gran capacidad mental, y cobrarles al menos un euro más de la tarifa si "NO COGES LA SUPEROFERTA POR FÚTBOL" eso considerando que estés hasta las 0.00h que es la hora límite, si te vas un rato antes como hizo la mayoría, pues el parking estaba vacio cuando yo llegué, te tangan aún más.

SIEMPRE PENSÉ QUE EL AFICCIONADO DEL FÚTBOL ERA TONTO PERO VISTO LO DE AYER PARECE SER QUE LOS DUEÑOS DEL PARKING TAMBIÉN LO TIENEN CLARO, si eres futbolero eres tan tonto que te tangan hasta en los parkings.

08 noviembre 2008

Noviembre


El invierno se aproxima, y me parece amiga mía que otra vez lo pasaremos solos recordando lo mucho que nos gusta "lo suave"; el suave deslizar del Jackie por la garganta, el tranquilo patinar del neumático por el asfalto; el brusco tacto de algunas piernas atezando mis costillas que ya no duelen, la tranquila sensación de bailar con el deseo y el odio en apenas un metro cuadrado y esas otras cosillas tan agradables de comentar con unas cañas o unos cafés sin pretender la vanagloria y es que eso es lo que distingue al héroe de guerrero: el primero duerme nervioso la noche anterior a la batalla pensando si su muerte será digna de contar o si bien acabará la batalla a hombros de sus compañeros; el segundo duerme tranquilo, al amanecer hará su trabajo y sabe que si acaba pronto su cuerpo servirá de barricada en la que las pezuñas del enemigo se atascarán.