Otra vez

El codo en en su sitio, la barra, la mirada perdida, al menos en apariencia; la mente inquieta, el pulso tranquilo; cien o doscientas palabras para afinar la voz y coger algo de ritmo en la siguiente conversación. Con el ánimo tranquilo del que sabe que va a ganar interrumpo cualquier conversación, sin saber de qué hablan, "qué más da" no hay interés en compartir información, sólo quieres la notoriedad debida al "campeón". Tres frases y te das cuenta de que el coche tuneado se queda sólo en eso, carrocería, otra cerveza, los poros dilatados, pero sin sudar; lo percibes, junto con su olor viene esa mirada resignada de "calladito estás más guapo" y ese "tic" en el hombro que denota que a su coche le sobran extras y le falta motor; se cambia de tema y aún te queda paciencia, "!joder, para eso has leído tanto"! simpre hay una tilde que poner y una hache que quitar, el pulso sigue tranquilo, pero la azotea se aburre y el campo está tranquilo, miras la cámara y te alegras, "ha pasado otro minuto y no he aprendido nada, sólo que voy sobrao"; este receso le da un respiro a tu interlocutor para asociar vagamente eso que él cree que son ideas, apenas unas sílabas depués la conversación vuelve a estar en su sitio, perdida. La morena sonríe y la rubia se ha calentado, pides otra cerveza, aún es pronto y te quedan palabras que pasear. Hoy me he vuelto a confundir de traje y no termino de entender las normas de esta dimensión, pasaré a copas, el "gin tonic" siempre ha dado de qué hablar. Notas que el pantalón te roza y suena esa puta vocecilla que te recuerda aquello de "¡joder, M, de vez en cuando podrías descansar un poco y decir hola a esa chica tan mona que se aburre"! pero alguien ha pronunciado un número y es necesario corregirle; unos jackies darán algo de igualdad a tema... A la mañana siguiente el computo es el de siempre: "ligeramente divertido y tremendamente doloroso", pero con la tranquilidad de que apenas quedan unas horas para que por fin sea lunes