30 julio 2009

Quiero ser soporte

y creo que me da igual la rama, ya sea informática o no: un bonito LPN se rompe y mando un correo a soporte (hace dos semanas) el material empieza a ser urgente (afortunadamente no era uno de esos casos con paciente abierto, que a ver quien le quita el polvo de las vísceras), desde otro departamento llaman a uno de esos seres superiores y divinos para que, por favor (no vaya a ser que se ofendan) investiguen este tema, y éste, el ser superior (nivel 1 que se llaman) en un acto de bondad infinita manda un correo al pobre y desdichado usuario, inflado de ego y mala hostia a rabiar, eso sí; preguntando por el error que da el descarriado LPN, pues que va a ser que no, que lo miras tú, dice el díscolo y neófito almacenero, pero en un acto de redención casi tan alto como la bondad del Nivel 2 le eseña cual masón a su discípulo el encriptado mensaje de error ("La transacción ha fallado"), cábalas, tormentas de genialidad, destellos apocalípticos de creacionismo dan con la solución: pasamos la bola al consejo de incorpóreos sabios: Nivel 2 (ingenua infancia la del temerario usuario que jamás imaginó la grandeza que sus incidencias alcanzarían) y estos haciendo gala a su majestuosa no presencia (he dicho que son incorpóreos) actúan dando señales sólo claras al ojo experto, "hay que aplicar el programa que arregla los LPN´s" ¡Grandilocuencia no manchada por la materia la de estos seres inimaginables! Mientras escribo estas líneas nivel 1 ha bajado a decirme que han pulsado la tecla y en su cara se reflejaba el miedo a mi sonrisa mientras La Flauta Mágica suena a todo trapo en mi despacho...