Pues sí ahora mismo está en marcha la septuagésimosegunda edición del descenso del Sella (visita virtual / página oficial) y sin embargo Incendio M y R están extrañamente sobrios a estas tardías horas de juerga (13.31H).
Como norma general a estas horas estaríamos ya disfrutando de una agradable resaca tras la dura, pero más agradable de toda la fiesta, noche del jueves. Donde, todavía sin las grandes aglomeraciones de viernes y sábado, se puede disfrutar de las barras callejeras que pueblan el bonito pueblo de Ribadesella donde se puede ver tranquilamente como las coca colas llegan en pales a las barras que hasta las peluquerías ponen.
Y si queridos lectores, parece mentira como un pueblo de unos 6000 habitantes recoge a varios miles y miles de queridos juerguistas que, con la disculpa de una carrera por un río, se unen allí durante 4 largas noches y días y nuevas noches a disfrutar de la sidra y de la cerveza, es un espectáculo digno de disfrutarlo. Es espectacular ver como cualquier pequeño espacio verde es el lugar ideal para una tienda de campaña y muchas veces incluso la acera lo es. Y ya es increíble como la sidra y el ambiente unen a todos en pro de la juerga común donde es fácil ver a borrachitos-severos que son salvados por borrachos-moderados y como incluso algún borracho-moderado deja su colchón a algún borrachito-severo que incluso se ha equivocado de camping.
Nosotros somos grandes seguidores de este magnífico evento e incluso un año vimos el río entre sidra y sidra. Pero este año no hemos tenido más remedio que faltar a nuestra cita con el paracetamol, el redbull y el almax por acudir mañana a la boda de un gran amigo al que esperamos sinceramente que le guste nuestro regalo.
Como norma general a estas horas estaríamos ya disfrutando de una agradable resaca tras la dura, pero más agradable de toda la fiesta, noche del jueves. Donde, todavía sin las grandes aglomeraciones de viernes y sábado, se puede disfrutar de las barras callejeras que pueblan el bonito pueblo de Ribadesella donde se puede ver tranquilamente como las coca colas llegan en pales a las barras que hasta las peluquerías ponen.
Y si queridos lectores, parece mentira como un pueblo de unos 6000 habitantes recoge a varios miles y miles de queridos juerguistas que, con la disculpa de una carrera por un río, se unen allí durante 4 largas noches y días y nuevas noches a disfrutar de la sidra y de la cerveza, es un espectáculo digno de disfrutarlo. Es espectacular ver como cualquier pequeño espacio verde es el lugar ideal para una tienda de campaña y muchas veces incluso la acera lo es. Y ya es increíble como la sidra y el ambiente unen a todos en pro de la juerga común donde es fácil ver a borrachitos-severos que son salvados por borrachos-moderados y como incluso algún borracho-moderado deja su colchón a algún borrachito-severo que incluso se ha equivocado de camping.
Nosotros somos grandes seguidores de este magnífico evento e incluso un año vimos el río entre sidra y sidra. Pero este año no hemos tenido más remedio que faltar a nuestra cita con el paracetamol, el redbull y el almax por acudir mañana a la boda de un gran amigo al que esperamos sinceramente que le guste nuestro regalo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario