03 noviembre 2007

Hallowen

Llevo unos cuantos días documentandome sobre lo que debería ser "All hallows eve" la Noche de todos los santos, la fiesta de la Pomana y otras muchas y acestrales celebraciones del principio del invierno celta (Samain o algo así), pero no creo que sea necesario para decir que estos días se han vendido más caramelos y hubo gente que se disfrazó más de lo normal. Porque si entre maquillaje, ropas multicolor, gomina, excusas baratas y llantinas estúpidas todavía hay gente que tiene las narices (lo escribí en horario infantil y borré "cojones", sustantivo que tampoco viene al caso) de decir que sólo se disfraza ese día, que venga Peter (¡loado sea!) y lo vea. Precisamente es en ese tipo de eventos (y no refiero a cuando Peter se mezcla entre los mortales a beber, pero ¡qué grande es!) que al llevar máscaras físiscas y atuendos sin complejos más se muestra nuestro primer consciente no condicionado a protocolos sociales y otras gaitas de las que ya hablaré cuando consiga digerir la montaña de cadáveres chorreantes que he devorado (carne en salsa); claro está, si salvaguardamos la posibilidad de que el mero hecho de disfrazarse (unos lo hacían para ahuyentar, otros para mezclarse entre el pópulo y algunos para tratar de echar un kiki) se convierta en protocolo (creo que el caipiriña estaba muy fuerte y debería a empezar a moderarme con él en vistas a mi jubilación).

Probadlo auqnue sólo sera un día, responded a las preguntas de forma sincera y sin politizar, de paso soltad de vez en cuando algo que penséis sin necesidad de pregunta. Seguramente perdereis moscones (los amigos no se ofenden) y montéis alguna gresca divertida. Así, a puro huevo (me encanta esta expresión)

2 comentarios:

  1. Anónimo1:15 p. m.

    Buenas...

    Esto requiere bastante introspección lo que puede provocar bastantes dolores de cabeza y la migraña es mala compañía. El comentario me recuerda a alguno similar en que el escritor (se) preguntaba si sólo nos prostituíamos al ejercer la actividad sexual de forma onerosa.

    Yo creo en el instinto de supervivencia como eje básico de la vida, y la vida es algo que se vive en sociedad. Me disfrazo si hace falta, me prostituyo si lo creo necesario y puteo o practico el puterismo si veo peligro amén de otras cosas y esta adaptación muchas veces me jode muy mucho. Aveces sin ser consciente de ello. ¿Cuándo soy YO realmente? ¡Siempre! Cuando (me) puteo, (me) prostituyo, (me) disfrazo, etc. y también cuando no hago nada de todo eso y mi instinto me dice que no hay peligro u objetivo (¡¡a veces se equivoca el cabrón!!) y entonces mi disfraz muta a lo que socialmente se conoce como mi verdadero yo, desnudar el alma. Y.. cuando me desnudo (figuradamente o no) y supuestamente (¿¿¿¡¡¡!!!???) me muestro frágil y sincero, no soy más YO que antes. Soy el mismo YO pero rodeado de un entorno seguro o en un entorno muy hostil. Ese YO sincero es otro disfraz.


    O no hay disfraz. O nos disfrazamos ante nosotros mismos. El problema es no saberlo por ignorancia consciente o inconsciente. En un marco de libertad siempre se es uno mismo.

    Lo que haces, lo que dices, lo que piensas, lo que sueñas.

    PD: La cosa se explica mejor en persona, no tengo el día literato. estas conversaciones son las que hacen grande una cena o una tarde noche de tapas y cañas. Café no, que me lo ha prohibido el médico.

    PD2: No entiendo lo de "puro huevo".

    PD3: El horario infantil murió.

    A más servir, hasta pronto.
    Sin noticias malas, tampoco sin excepcionalmente buenas.

    ResponderEliminar
  2. Desgraciadamente estoy de acuerdo contigo en eso de que la gente sigue siendo ella misma cuando finge, pues el fingir está en su naturaleza, tal vez lo que diga es que no me gusta la gente que finge o mejor dicho, cómo lo hace.

    Lo de "a puro huevo" viene a significar "con los cojones por bandera" lo saqué de un artículo de A. Perez Reverte.

    ResponderEliminar